Si en los últimos días había caído el intento de involucrar a José Bono como malversador de caudales públicos y traficante de influencias, hoy ha caído otro de los campos de batalla del Partido Popular en la región: el incendio de Guadalajara.
Aunque la región alcarreña nos quede lejos, es evidente que la pérdida de esa basta extensión arbolada y, sobre todo, la muerte de los once bomberos fue una tragedia incalculable.
Tras depurarse las responsabilidades políticas, ya que dimitió Rosario Arévalo, consejera de Medio Ambiente, junto a su gabinete. Ejercicio de responsabilidad política y democrática.
Posteriormente se iniciaron acciones legales contra los dirigentes políticos y funcionarios encargados de la gestión de los retenes antiincendios por parte de la familia, como veo comprensible porque quieren esclarecer los hechos.
Pero como ocurre siempre con el Partido Popular, no duda en subirse al carro y exige responsabilidades políticas y penales a todo el que estuviera esos días en Castilla-La Mancha y tuviera carnet del PSOE.
El problema es que, como en la mayoría de las veces, los argumentos son tan débiles y las mentiras tan acusadas que son revocadas a la primera frente a los tribunales. En esta ocasión la Audiencia Provincial mediante un auto ha exculpado a los cargos públicos y funcionarios procesados. Como expresamos en el anterior post, queda menos para que aparezca otra "noticia" contra las instituciones de Castilla-La Mancha.
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