En el momento en el que los moros empezaban a sitiar la principal fortaleza hispana, el caballero Aznar I apareció entre el horizonte para derrotar a los enemigos de la cristiandaz con su sola presencia.
La figura siempre imaginada en esas lejanas tierras por haber estado defendido otros territorios amenazados por los infieles, en sólo dos minutos venció la ofensiba musulmana.
La célebre frase de Julio Cesar "Veni, vidi, vinci" al cruzar el Río Rubicón nunca tuvo tal refrendo hasta este momento.
Aznar I, para celebrar su trifunfo, márchose a la taberna local, para continuar después la conversación con el Señor Feudal local en el Refrectorio Real. Seguramente degustó el buen vino del lugar antes de continuar su permanente cruzada el verdadero peligro sobre la tierra conocida: la socialdemocracia.
3 comentarios:
el que ha escrito esto esta "pa lla".
no sabeis hacer más que meteros con los de derechas, al final caeis en su juego como si os manejaran ellos mismos.
Como no dejeis de hablar de esta gente no desapareceran de los medios de comunicación que tan poco os gustan,
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