Dos años sin elecciones de duro trabajo

Tras acabar la campaña electoral de las Europeas tenemos dos años de "relax" hasta los próximos comicios. En ese caso nos encontraremos con las autonómicas y locales. El mapa político visto en las últimas elecciones induce a muchas lecturas y la más importante y preocupante es la escasa participación. En el pueblo el porcentaje ha descendido más de un 3% aunque todavía superemos ampliamente la media nacional.
Los resultados locales son el reflejo de esa baja participación. Con un descenso del 20% sobre las últimas locales, los votos de la izquierda han visto reducida su supremacía frente a la derecha. El PSOE ha recibido en la localidad prácticamente el mismo apoyo que en las últimas elecciones locales, mientras que la fuerza política que ha perdido más apoyo, en sintonía con el resto de comicios nacionales, ha sido Izquierda Unida.
Consideremos por tanto que el apoyo sigue manteniéndose y hay que agradecerlo. La labor realizada tanto por la Juventudes Socialistas como por el Partido Socialista Obrero Español en la localidad está siendo sólida y trabajada. La presión soportada desde muchos sectores que esperan un plan correcto de trabajo y una respuesta adecuada a los problemas que se plantean es amplia pero estamos aguantándola. Y debemos seguir así.
Por esta razón no hay que denigrar a las personas que han escogido al PSOE como su opción ante unas Elecciones Europeas que han visto como la derecha europea consigue vencer, sobre todo por su ascenso en los países donde no gobierna. En la mayoría de medios se resalta que el votante de izquierda es indeciso, variable y poco afirmativo, pero no debemos entenderlo así. El votante de izquierda es crítico pero no incrédulo ante la realidad, una realidad que siempre intentan vendernos como oscura y difícil de comprender. Esa es la estrategia de la derecha, intentar deslocalizar a la gente de izquierdas para perder seguridad.
Amigos, compañeros y vecinos, no debemos tener miedo de hablar de lo que creemos en ningún sitio. Somos la izquierda, no tenemos que llevar "supremacía moral" como nos acusaba Mayor Oreja, pero si seguridad de quien somos, de donde venimos y qué queremos.