Los impuestos y la socialdemocracia

Las últimas fechas están marcadas por las discusiones sobre subida de impuestos. Me agrada la idea de que se discuta sobre si subir los impuestos es efectivo o, por contra, es perjudicial para la ciudadanía. Desgraciadamente, el socialismo actual ha dejado de lado su intención de luchar por la abolición de las clases, instaurando un régimen de gobierno del proletariado. Desde que Berstein discutío contra Luxenburgo si era más efectivo formar gobiernos democráticos para derribar al estado o formar parte del estado y admitir el sistema democrático-liberal, la socialdemocracia sufre enfrentamientos severos en su interior por encontrar su lugar.
La caída de los gobiernos socialistas en la década de los 70 desestabilizó los cimientos de la socialdemocracia, no recuperándose hasta la década de los 90 con la Tercera Vía. La Tercera Vía no supone otra cosa que descargar la socialdemocracia más aun de valores e ideario con tal de volver a convencer al pueblo de que sabemos adaptarnos a la economía de mercado capitalista.
La izquierda no esta hecha para adaptarse a la democracia ultraliberal capitalista pero llevamos demasiado tiempo queriendo encontrar el equilibrio entre capitalismo y socialdemocracia.
En España da lo mismo lo qué hagamos, siempre la derecha tiene el "San Benito" de gobernar la economía mejor, simplemente porque tiene a la patronal de cara. La CEOE es uno de los principales benefactores anónimos del PP y eso se nota. La prensa y las editoriales especializadas están controladas por los grupos afines a la derecha y el ideario-recetario-evangelio sale del mismo sitio.
¿Cuál es la diferencia entre las repúblicas mediterráneas (ridiculizamos las "bananeras" de centro américa porque el ejército da un golpe de estado en cuanto un líder de izquierdas toma el poder) y las verdaderas democracias redistributibas como Noruega?
Allí el estado sí funciona.
Se ha escrito mucho sobre el hecho por el que funciona el estado de bienestar en estos países y siempre se recurre el petroleo. Es fundamental, pero hay otros condicionantes y se resumen en ciudadanía. Hace muchos varios años una amiga que estaba de erasmus en Suecia se reía de la gente porque pagaba el tren sin haber torniquete ni revisor. Al final de su erasmus se había acostumbrada a pagar porque le parecía mal no hacerlo. Nadie le había dicho nada, simplemente se dejó llevar.
Aquí, cuanto más engañemos al estado, si cobramos el paro y trabajamos en negro mejor. Más listos somos. Esta es la diferencia entre el estado y lo que tenemos aquí, un "coge y corre si puedes".
La diferencia es que en Noruega un gobierno socialdemócrata repite gobierno por primera vez desde la II Guerra Mundial y en Italia, Francia o España la culpa es de "los socialistas".

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